
"Nada podrá nunca superar el encanto de aquel primer amanecer. Yo podría haber sido Adan, con el sabor aún fresco en mi boca de la manzana. Estaba observando a toda la belleza del mundo corporeizada en una mujer, y supe, con cegadora certeza, ¡que esto era todo!"
Lunas de hiel.
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